El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó este domingo a España como un país solidario y "amigo de todos los pueblos", y se mostró convencido de que "sólo el respeto" y la guerra contra la pobreza garantizan la paz y el desarrollo.
Tras la polémica en la Cumbre Iberoamericana con el presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien exigió respeto para el ex presidente del gobierno español José María Aznar, Rodríguez Zapatero viajó el sábado a Buenos Aires y hoy voló hasta Montevideo para participar en un mitin del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En el Centro Gallego, rodeado de jóvenes con camisetas con el lema "Con Z de Zapatero", recordó que las próximas elecciones serán en marzo, un mes que "lleva la z y será sin duda un factor que nos ayudará, de fortuna", apuntó entre aplausos.
El acto con militantes y simpatizantes socialistas fue muy similar al que ayer sábado protagonizó en la capital argentina. Rodríguez Zapatero volvió a destacar la importancia de la legislación que permitirá a los nietos de los emigrantes españoles obtener la nacionalidad española y recordó leyes como la de dependencia y la de igualdad.
Ahora España se puede presentar ante el mundo, dijo, como un país "solidario y decidido defensor de la paz", "convencido de que las guerras y la confrontación no producen ni crean nada positivo para los pueblos".
El gobernante elogió el comportamiento de los emigrantes españoles que han llevado su patria en el corazón y reconoció la deuda que tiene España con aquellos que salieron del país por la represión política o por motivos económicos.
"La España democrática, la España de la libertad, la España de los derechos, de la que ya no se van los españoles ni por motivos económicos ni políticos, la España de la que ya no se puede ir un español por motivos económicos o políticos, esa España de todos os rinde homenaje", manifestó.
Según apuntó, nadie sabe cuántos nietos de emigrantes españoles querrán obtener el pasaporte español para disfrutar de nuevos derechos, pero aseguró que "no importa el número, importa la justicia".
Se mostró así convencido de que esta legislatura pasará a la historia como la etapa en la que España "se hizo grande de verdad", al decir "a los hijos de sus hijos" que también son españoles. Además de esta medidas, Rodríguez Zapatero destacó la aprobación del Estatuto de los ciudadanos españoles en el exterior, que garantiza derechos a los emigrantes, para que no haya "ningún compatriota sin apoyo, sin ayuda, esté donde esté, aunque sea a 6.000 kilómetros de distancia".
No quiso olvidar tampoco a los denominados "niños de la guerra" y las prestaciones que les ha reconocido el Gobierno y, aunque ya sean pocos -ochenta en concreto en Uruguay- y la norma se haya aprobado tarde, Zapatero consideró que "España tenía que escribir esa página de reconocimiento, de memoria y de dignidad".
Tras esta legislatura, insistió el presidente del Gobierno, "España va a estar en el grupo de países donde más bienestar social, donde más cohesión, donde más derechos de ciudadanas se puede disfrutar y donde más igualdad entre hombres y mujeres se puede comprobar".
A su llegada a Montevideo, Rodríguez Zapatero se reunió en el mismo aeropuerto con el vicepresidente uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, y tras el mitin se trasladó al Hogar Español, la única residencia para mayores que tiene el Estado español en el extranjero.
Allí descubrió la placa de inauguración de la ampliación del centro, en el que residen 206 españoles.
Extraído de http://www.psoe.es/ambito/saladeprensa/news/index.do?action=View&id=163872